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jueves, 20 de enero de 2011



SEGURIDAD CIUDADANA


Por: Abog. Javier Chaupín Dávila.

La población se encuentra sitiada por la delincuencia, a menudo a través de los medios de comunicación locales y de alcance nacional tomamos conocimiento de la ocurrencia de actos delictivos en agravio de transeúntes, al caminar por las calles somos testigos de cómo las personas son victimas de Lesiones, hurtos, robos en su agravio, hemos aprendido a convivir con este tipo de hechos y nos resulta incluso indiferente cuando una persona es atacada por delincuentes, sin embargo cabe hacerse la pregunta, ¿que ocurrirá cuando nos toque a nosotros ser víctimas del ataque de un antisocial?, ¿esperamos de nuestras autoridades una actitud inerte ante estos hechos?, ¿queremos que nuestros conciudadanos se hagan los desentendidos mientras nos agraden?, la respuesta a todas estas interrogantes es definitivamente “no”, pero que hacer ante una realidad tan brutal como que la delincuencia común ha tomado por asalto las calles de nuestra localidad, en este artículo realizaremos un breve análisis esperando contribuir con la lucha contra la delincuencia común.
En primer lugar debemos dejar sentado que conforme lo señala nuestra constitución política “la persona humana es el fin supremo de la sociedad y del estado, y tenemos la obligación de protegerla”, que a través de la evolución social se han creado medios de control social con la finalidad de normar la vida de los ciudadanos en aras de preservar su integridad física así como su patrimonio y otros derechos que le asisten, es en base a ello que en el ámbito de protección de los intereses jurídicos (vida, patrimonio, honor, etc) de los ciudadanos, es que el estado crea a la Policía Nacional del Perú, a fin de resguardar la tranquilidad pública y que intervengan de manera inmediata ante el conocimiento de un hecho delictivo, sin embargo el cuerpo policial se ha visto rebazado por las hordas de delincuentes y actos delictivos que no han podido ser controlados, ante tal hecho los gobiernos locales con la finalidad de coadyuvar con la lucha contra la delincuencia creo los cuerpos de seguridad ciudadana, equipándolos de unidades vehiculares, personal, centrales telefónicas, sin embargo esto no ha sido suficiente y observamos que aun la delincuencia convive con nosotros.
Esta madrugada a tres puertas de mi casa un delincuente estaba subido en el techo de una casa vecina, la dueña de la casa avisó a los vecinos de la cuadra los cuales salimos impulsados por un sentimiento de apoyo común, y ese solo hecho bastó para que los delincuentes emprendieran la fuga del lugar, esto impulsó en mi la idea de que ya los ciudadanos de a pie no podemos permanecer impávidos ante tan álgido problema, amerita que las personas se organicen para combatir esta ola delictiva.
Es en ese sentido que las autoridades locales Alcaldes Provinciales, distritales deben tomar la iniciativa y a coordinar con los estamentos públicos de la localidad, Policía Nacional, Gobernación y promover la conformación de comités vecinales de autodefensa, las mismas que estarían registradas ante la Municipalidad Provincial o distrital y coordinarían de manera directa del ámbito de acción de las mismas, siempre tomando en cuenta que tales agrupaciones ciudadanas actúen respetando los derechos constitucionales de las personas, las otras instituciones nombradas juegan también un rol muy importante, pues a través de campañas públicas concientizarían a los ciudadanos sobre la importancia de su participación activa en la lucha contra la delincuencia común, a fin de que en el mediano plazo se logre en algo disminuir los actos delictivos en la localidad, actualmente esta en vigencia la ley de arresto ciudadano mediante el cual se faculta al ciudadano común y corriente detener a un delincuente cuando se encuentre cometiendo un delito flagrante, para ponerlo de manera inmediata a las autoridades policiales.
Esperemos que las autoridades locales tomen en cuenta estas sugerencias y organicen a la población de manera tal que se minimicen los atentados contra los bienes jurídicos de las personas, y aplicando criterios de política criminal que prevengan la formación de futuros delincuentes, lo cual conllevaría a crear una ciudad con atmosfera de tranquilidad y paz social, que la haría mas atractiva como polo de atracción para la inversión de capitales los cuales de por si conllevaría a la creación de mas puestos de trabajo, mediante la cual se brindaría oportunidades a la población económicamente activa, y por ende la disminución de potenciales delincuentes, desde esta columna esperamos de verdad que se tomen en cuenta tales sugerencias en aras de liberar a nuestra sociedad del yugo delictivo a la cual se encuentra sujeto.

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